Hoy, yo anduve en bicicleta doce millas, y paré para beber agua y comer un poco, y escuché un hombre, Ricardo, hablando por telefono en español, y me presenté. El me invitó para comer algo en la casa. Entré y conocí la esposa y los hijos. La comida fue deliciosa. Ahora no puedo esperar llegar a Colombia!
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